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· Elogio de la perspectiva


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© 2010 Josep Marc Laporta

Sometidos a la dictadura del presente, del día a día, de las conclusiones de cada minuto o segundo o de tomar partido sólo y exclusivamente por un análisis apresurado de la realidad, la perspectiva como enfoque global y pormenorizado de un hecho ha quedado relegada a un segundo plano.
            Acostumbramos a afirmar que el ‘sol sale cada mañana’ o ‘se pone cada tarde’. No obstante, gracias a la astronomía, hace mucho descubrimos que ni la Tierra es plana ni es el centro del universo ni el sol sale cada mañana, sino que nuestro planeta sólo gira sobre su eje y que, al girar, da la impresión de que el sol sale y se pone, pero nada más lejos de la realidad.
            Al mirar alrededor vemos paredes y objetos que consideramos estables y sólidos. Sin embargo, la física nuclear nos enseña que aquello que parece materia sólida y perdurable está compuesto especialmente de nada. Se trata básicamente de núcleos atómicos en el vacío, que a su alrededor se mueven algunas partículas, como los electrones. En tamaños relativos, serían como moscas en un campo de fútbol.
            Con la limitada capacidad de nuestros ojos, al mirar esos millones de núcleos y electrones creemos que es materia sólida. Y lo es, pero la perspectiva —que va más allá de cualquier distancia— nos dice que hay más información, posiblemente más importante que la que nos muestra la inmediación y proximidad de tiempo y espacio. Como consecuencia, podemos aseverar que la observación, sin más, no conduce al entendimiento; sin embargo, la perspectiva contiene la mejor información y valoración del sujeto a conocer.

            La sociología es el estudio de lo que sucede en la vida cotidiana de las sociedades, grupos y colectivos, pero desde otro punto de vista. La sociología, como la historia, nos permite acercarnos a la realidad con una mirada no exclusivamente perpendicular y paralela, sino desde distintas disposiciones. Es en la perspectiva donde reside la mirada más completa, porque cuanto más movemos la lente entre alejamiento y cercanía, mejor apreciamos el objeto de estudio y más cerca vemos su legítima realidad.
            Alguien dijo que el periódico es el primer borrador donde se escribe la historia. La afirmación es cierta si consideramos la anotación diaria como un apunte de la realidad completa. En consecuencia, se puede afirmar que sin historia no existe atisbo de perspectiva; y sin sociología no existe comprensión específica.
            En sociología, la sociedad no es la gente. Las personas llevan la sociedad en sus creencias, actitudes y acciones, pero no son la sociedad en sí. La sociedad es un sistema de creencias y acciones que llevan las personas, pero que, en realidad, trasciende a sus portadores. Esto significa que las organizaciones sociales, como la familia o la comunidad, no son personas, son sistemas o modelos de creencias y acciones de personas, portados por las personas.
            Un hecho trascendente para entender la lógica de la perspectiva es que la sociología es una disciplina, y para entenderla es necesaria disciplina. Es preciso que los que trabajamos en sociología aplicada, cuyas intervenciones influirán en familias o comunidades, entendamos lo que significa la perspectiva sociológica.
            Para entender este concepto es conveniente recordar aquel viejo proverbio: ‘vigila que los árboles no te dejen ver el bosque’. En sociología, muchas veces creemos que el bosque es demasiado grande y al pensar que ya vemos árboles —en plural— podemos llegar a pensar que ya hemos visto el bosque. Pero no es cierto; ver árboles no es ver el bosque, es ver parte del bosque. Y puede que veamos parte del bosque, pero ello no nos da un buen conocimiento del bosque en su totalidad.
Para acercarnos a la comprensión de la sociedad y sus individuos debemos ponernos en contacto con las personas. Junto a ellas, las podremos observar y tocar, y también podremos ver la sociedad, la comunidad o la familia; pero aún así podríamos no ver la total perspectiva de la realidad. Ni siquiera volando en un avión podríamos ver la totalidad de un bosque, ya que es un ecosistema formado por interacciones que se dan entre la tierra, las plantas y el aire de este sistema. Así mismo una sociedad no se puede conocer desde las alturas ni desde la más absoluta cercanía, es necesario conocerla desde la perspectiva que aúna distintas disciplinas.
            Una de las citas de perspectiva más atomística es de la exprimer ministra británica, Margaret Thatcher: ‘La sociedad como tal no existe, tan sólo existen las personas’. Un serio error de fondo. La sociedad existe porque existen personas agrupadas, pero para conocerlas es necesario observarlas en su actividad individual en consonancia o relación con su actividad colectiva. La perspectiva de Margaret Thatcher magnificaba la competición e ignoraba la cooperación. Su visión era un reduccionismo del ser humano hasta el punto de tratarlo como la acumulación de individuos, sin necesidades ni apetencias colectivas.

            En la historia y el desarrollo de la sociología se elaboraron tres perspectivas independientes, gestadas en el pensamiento del siglo XIX. Karl Marx, que nunca se consideró un sociólogo, le preocupaba la competición subyacente entre los recursos. Se concentró en las diferencias entre el tipo de personas que era propietaria de los factores de producción, la burguesía y las clases que sólo podían trabajar para sobrevivir: el proletariado. De este análisis surgió la perspectiva sociológica que conocemos como ‘del conflicto’. La dinámica y los cambios de la sociedad están ligados a varios conflictos.
            Emile Durkheim enfocó el tema desde otro ángulo. Sostenía que se podían estudiar los índices de comportamiento y encontrar explicaciones externas a las personas que llevan a cabo las acciones. Veía una conciencia que actuaba como si fuese externa a las personas, a pesar de que se encontraba en sus pensamientos. A diferencia de Marx, sostenía que algunas características de los elementos sociales contribuían al crecimiento de la sociedad y de sus instituciones. Hoy en día esta idea se conoce como la perspectiva ‘funcionalista’ de la sociología.
            Max Weber tampoco estaba de acuerdo con Marx, pero optó por un camino distinto. Creía que no era posible entender la sociedad sin antes comprender el significado que la gente da a sus acciones y creencias. Sostenía que la causa de la revolución industrial fue un cambio en los valores y creencias asociados a las ideas de Juan Calvino y la reforma protestante. La tercera perspectiva sociológica principal, ‘de interacción simbólica’, surgió de este estudio.
            La generalidad sociológica lleva más de un siglo librando grandes batallas basadas en estas tres formas totalmente distintas de ver la sociedad. Y de ellas subyace que la perspectiva sociológica sólo puede entenderse en base a la aplicación de una de ellas. Pero las tres pueden ser muy útiles si las entendemos como distintas maneras de contemplar los mismos elementos de análisis.

             La observancia no es perspectiva. La perspectiva sociológica es un proceso que aúna distintas disciplinas de acercamiento para encontrar el fiel que permita esclarecer la verdad de una realidad. Si los árboles no dejan ver el bosque, es porque existen tres elementales fases para alcanzar una perspectiva: la contemplación del bosque, la visualización de los árboles y la comprensión de la realidad del árbol, con todos los elementos que componen su entorno biológico y crecimiento natural. Así es con la percepción de las sociedades y los grupos humanos. Existen tres elementos de comprensión: la masa, el grupo y el individuo, con sus diferencias biológicas, psicológicas y ambientales (edad, raza, cultura, género).
En matemáticas identificamos tres dimensiones básicas: altura, anchura y profundidad. Pero algunos matemáticos, como Albert Einstein, incorporaron una cuarta dimensión: el tiempo. Este elemento de tiempo es lo que en perspectiva sociológica podríamos considerar como historia. No se puede tener una perspectiva global de una sociedad solamente observándola desde los valores cuánticos de las tres dimensiones básicas o de una de ellas. El elemento a conocer pierde referencia de perspectiva cuando exclusivamente se mira desde la altura, anchura y profundidad (bosque, grupo de árboles y árbol en relación a su enclave biológico). Pero aún es peor si eliminamos cualquiera de las dimensiones. Por ejemplo, si prescindimos de la altura, todo el objeto desaparece.

            Al principio apunté que la sociología y la historia iban de la mano. El factor tiempo —la historia—, es primordial para obtener una correcta perspectiva de una situación y un colectivo. La visión del elemento que se observa desde el pasado —con su trascendencia y progreso en la historia—, infiere un valor muy importante para una acertada perspectiva sociológica. Incluso la microsociología —la interacción local entre tan sólo dos personas—, requiere de la altura, anchura y profundidad, así como del tiempo —la historia o, en este caso, también la biografía—.
            Acercándonos a un nivel más prosaico, podemos entender que el ‘elogio a la perspectiva’ no es sino la huida de cualquier conclusión sometida a la resolución y dictamen del momento o del instante presente. Cuántas veces hemos escuchado apreciaciones u opiniones que declaran aplausos y vítores por la intervención discursiva de alguna persona, mientras que, posteriormente, el paso del tiempo y una integral perspectiva no ha validado la primera impresión. El impacto de un mensaje bien elaborado y acertadamente pronunciado, por muy correcto y aprobado que parezca en primera instancia, no es augurio de posterior y definitiva autenticidad. El tamiz de la perspectiva tiene como finalidad limpiar, ordenar, completar, validar. Es por eso que elogio la perspectiva, porque la precipitada declaración de veracidad instantánea de unas palabras, de un acto o de un hecho es, en realidad, una presunción incompleta, desprovista de sus auténticos valedores: la altura, la anchura, la profundidad y el tiempo.

© 2010 Josep Marc Laporta .

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2 comentarios:

  1. DIno16:43

    Articulazo sobre la perspectiva

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  2. Anónimo07:31

    Esta usted en la razon. Perspectiva es ver las cosas en su absoluta realidad.

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