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· Impávidos edificios parlamentarios


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© 2011 Josep Marc Laporta

Desde que la Constitución de 1978 recogiera la nueva estructura del estado español, cada una de las comunidades autónomas hallaron asilo en diversos edificios que anteriormente tuvieron sus usanzas lejos de la nueva aplicación. Un encuentro sociológico entretejido en las entrañas de la historia. Mansiones que se convirtieron en nido legislativo, claustros y cenobios acondicionados a rutinas estrictamente terrenales, templos del saber reconciliados con la discusión política, o palacios devenidos en guarida de discursos, son parte de las mutaciones históricas y expresiva representación de la sociología política y costumbres sociales.

Un conservatorio de música acogió el parlamentarismo canario, mientras que un palacio hacía lo mismo con la representación política de Aragón, Asturias, Navarra o Valencia. Tanto Andalucía como Cantabria recibieron auxilio en sendos hospitales, al tiempo que Castilla y León inicialmente se abrigaría al regio asilo de un castillo. Cuarteles militares o arsenales recibieron las ansias de libertad política de Galicia y Cataluña. Los hemiciclos de Andalucía y la Rioja se instalaron donde antes penitentemente se confesarían pecados, entre tanto que Extremadura y Castilla La Mancha recibirían sus respectivos noviciados políticos en antiguos conventos. En definitiva, los cambios políticos y sociales de un pueblo y sus representantes, custodiados entre paredes de piedra y cemento, previamente dedicados a otros menesteres.

El edificio del Parlamento de Canarias, ubicado en la calle Teobaldo Power de Santa Cruz de Tenerife, fue proyectado en 1883 por el arquitecto Manuel de Oraá y desde entonces ha albergado diferentes instituciones y entidades fundamentales en el desarrollo político y cultural de la región insular. Desde que se construyera como sede de la Sociedad Musical "Santa Cecilia" hasta su uso actual como Parlamento de Canarias, ha servido de lugar de reunión de los representantes de la Diputación Provincial, los miembros de la Mancomunidad de Cabildos del Archipiélago y los magistrados de la Audiencia.
En diciembre de 1982, el Parlamento Provisional de Canarias se instaló en el presente edificio, compartiendo espacio con el Conservatorio de Música. Durante los dos años siguientes el Conservatorio iría abandonando paulatinamente las dependencias que aún ocupaba. Esta situación se mantuvo hasta que el edificio se convirtió en sede definitiva y exclusiva del Parlamento de Canarias. Las reminiscencias musicales se pueden observar en el techo, con los nombres y grabados de músicos clásicos universales, mientras que en el jardín se muestran especies de la flora canaria.

El castillo de Fuensaldaña, cerca de Valladolid, ha contenido durante casi un cuarto de siglo las dependencias del Parlamento de Castilla y León: el hemiciclo, las oficinas de los grupos parlamentarios, la biblioteca, las salas de comisiones y los distintos servicios administrativos. Las dependencias tuvieron que adaptarse a las salas de un castillo medieval, con armaduras cerca de los diputados, luces incrustadas en antiguas antorchas y el salón de plenos adaptado a las dimensiones de un castillo con más de 500 años de historia. Como curiosidad, en una de sus salas se planificó en secreto el matrimonio de los reyes católicos, que se celebró más tarde en Valladolid. La última Sesión Plenaria que se celebró en el Castillo de Fuensaldaña tuvo lugar los días 13 y 14 de marzo de 2007, cerrando la VI Legislatura. La Sesión Constitutiva de la VII Legislatura, que tuvo lugar el 19 de junio de 2007, ya se celebró en la nueva sede de las Cortes de Castilla y León, en un moderno, funcional y original edificio situado en una de las áreas más pujantes de Valladolid, ubicado al pie de la avenida de Salamanca, auténtico eje de las comunicaciones de la ciudad. El edificio, obra del arquitecto granadino Ramón Fernández Alonso, se compone de cuatro volúmenes y dispone de una superficie construida de casi 30.000 metros cuadrados.

El recuerdo de Fernando e Isabel también está presente en el Palacio de la Ajafería, actual sede de las Cortes de Aragón. La Aljafería (en árabe: قصر الجعفرية Qasr al-Ya`fariyya) es un palacio fortificado construido en Zaragoza en la segunda mitad del siglo XI por iniciativa de Al-Muqtadir como residencia de los reyes hudíes de Saraqusta. Este palacio de recreo (llamado entonces «Qasr al-Surur» o Palacio de la Alegría) refleja el esplendor alcanzado por el reino taifa en el periodo de su máximo apogeo político y cultural. Tras la reconquista de Zaragoza en 1118 por Alfonso I El Batallador, pasó a ser residencia de los reyes cristianos de Aragón. Fue utilizada como residencia regia por Pedro IV el Ceremonioso y, posteriormente, en la planta principal, se llevó a cabo la reforma que convirtió estas estancias en palacio de los Reyes Católicos en 1492. Se explican muchas historias de esta sede; por ejemplo, que la torre principal del castillo se llama la Torre del Trovador porque allí se inspiró el libreto de la ópera de Verdi, ‘Il trovatore’, que está ambientada en el antiguo reino de la Corona de Aragón. Desde el año 1987, el palacio de la Aljafería es la sede de la institución que representa a todos los aragoneses: las Cortes de Aragón.

El parlamento andaluz, en Sevilla, es probablemente el más grande del estado. El antiguo Hospital de las Cinco Llagas o de la Sangre inició su construcción el 12 de marzo de 1546, gracias a la voluntad de don Fadrique Enríquez de Ribera, que decidió alzar un nuevo edificio para albergar la fundación de caridad que en 1500 creara su madre, doña Catalina de Ribera. Pero en su historia, el edificio ha servido un poco para todo: palacio residencial, cuartel militar y hospital.

Desde el momento en que se iniciaron las gestiones para situar la sede definitiva del Parlamento de Andalucía en su presente ubicación, los diputados comenzaron una andadura itinerante dentro de la ciudad de Sevilla, ocupando provisionalmente diversos lugares. La constitución de la Cámara andaluza tuvo lugar en los Reales Alcázares, para más tarde pasar al Palacio de la Audiencia Territorial, posteriormente a la antigua iglesia de San Hermenegildo, terminando su recorrido en la definitiva sede del Hospital de las Cinco Llagas, un palacio extraordinario en el centro de la ciudad que está parcialmente utilizado, dadas sus grandes dimensiones. Tiene patios interiores y en medio del recinto había una iglesia, lugar escogido para instalar el hemiciclo. Pero se tuvo que desacralizar el recinto; y hasta que las autoridades eclesiásticas que se oponían no lo hicieron, fue imposible celebrar ningún pleno. La sede permanente del Parlamento de Andalucía se inauguró oficialmente el 20 de febrero del año 2003.

Diversos parlamentos autonómicos se han adaptado a antiguos edificios religiosos. Uno de los casos más destacados es el de la Rioja, en Logroño, en pleno camino de Santiago. En pleno centro histórico de la capital logroñesa, junto al único vestigio de la antigua muralla o Puerta del Revellín, se encuentra el antiguo Convento de La Merced (siglos XVI, XVII y XVIII) actualmente sede del Parlamento de La Rioja. Este edificio, que ha sido testigo del devenir de la ciudad a través de los múltiples usos que ha recibido, se halla situado entre dos calles paralelas con no menos bagaje histórico: la calle Marqués de San Nicolás y la calle Portales.

El edificio inicial, antiguo Convento de La Merced, data del siglo XIV, aunque las fechas que aparecen en tres escudos de la Orden de la Merced, situados en el interior del claustro y de la iglesia, nos indican que fue durante el siglo XVI cuando tuvieron lugar las renovaciones más importantes, además de la construcción de gran parte del actual conjunto, coincidiendo posiblemente con un momento de auge de la comunidad religiosa. El hemiciclo está situado dentro del antiguo claustro, debajo de un gran techo trasparente que permite la entrada de la luz.

Esta misma fórmula se ha utilizado en Santander para establecer el Parlamento de Cantabria. Una gran cúpula de vidrio cubre el patio central de un edificio que anteriormente había sido un hospital, el de San Rafael. Allí, las antiguas y pequeñas habitaciones que anteriormente habían alojado a los enfermos, han sido ampliadas y habilitadas para hacer salas de reuniones y de visitas. En el patio central se han instalado unas esculturas de Manuel Gómez Raba que simbolizan las formaciones geológicas de Cantabria.

El parlamento que más llama la atención desde el punto de vista arquitectónico es el de Murcia. Construido en Cartagena, los arquitectos dicen haberse inspirado en los diseños del arquitecto catalán Antoni Gaudí. Las columnas de la fachada quieren recordar diversos lugares del Parque Güell de Barcelona y las paredes exteriores tienen detalles de edificios barceloneses. En el interior se han pintado escenas históricas que contrastan con el conjunto. Hay que apuntar que esta edificación ha creado polémica: tiene defensores y detractores entre los mismos diputados y ciudadanos de la comunidad murciana.

El Parlamento de Asturias o, también llamado, Junta General, es un claro ejemplo de reivindicación histórica, en un gran palacio, antiguo centro musical y cultural, situado en el centro de Oviedo y terminado de construir en 1910. Este edificio parlamentario se caracteriza por la solemnidad de la escalinata y de los salones, con un aire afrancesado y toques modernistas. La curiosidad es que dispone de dos hemiciclos: el antiguo que queda reservado para las grandes ocasiones, como la inauguración de las legislaturas; y el moderno, más funcional, que es donde se celebra la actividad diaria.

Los antiguos conventos y centros de culto religioso reconvertidos en cámaras legislativas son relativamente frecuentes en el estado. Por ejemplo, en Extremadura, el Parlamento está instalado en la capital, en Mérida. El edificio fue un hospital, inicialmente llamado de Santa María y más tarde San Juan de Dios, dirigido internamente por religiosos, convirtiéndolo en convento. El centro de la vida política está en el antiguo claustro, que es donde se encuentran y reúnen los diputados. Otra característica es la presencia de ruinas romanas en el interior del edificio, que se han excavado y protegido con vidrios, lo que hace que convivan culturas y épocas muy diferentes en el Parlamento.

Un caso parecido es el de Castilla-la Mancha. En Toledo se ha aprovechado el convento de San Gil, de la congregación franciscana, originariamente llamado Convento de Franciscanos Descalzos de San José y conocido popularmente como Los Gilitos. Pero también es un edificio con mucha historia, que además de centro religioso ha sido cárcel, parque de bomberos o cuartel de la guardia civil. El hemiciclo, como sucede también en Andalucía, está instalado en el espacio que ocupaba la antigua iglesia. Unas fotografías en el mismo edificio, muestran el proceso de transformación del cenobio. En sólo siete meses pasó de estar en ruinas a ser la sede del Parlamento.

Galicia, cuyo Parlamento está en su capital, Santiago de Compostela, fue una de las capitales del cristianismo europeo en la Edad Media. La catedral, el lugar más simbólico de la ciudad, colaboró en la recuperación política en los años de la transición democrática. El primer parlamento se ubicó en el Palacio Arzobispal. El otro referente de Santiago es la universidad. Allí, en el Palacio de Fonseca, cerca de la catedral, se trasladó algunos años la cámara legislativa gallega. La actual ubicación está fuera del centro histórico, en el O Pazo do Hórreo, que era un cuartel militar y que estaba destinado a ser la facultad universitaria de veterinaria. El único espacio que se construyó de nuevo fue el hemiciclo, que une las dos alas del edificio con una gran pantalla de vídeo exterior.

Otra cámara con historia es la vasca. La Casa de Juntas de Guernica, que se sitúa en la villa de Guernica y Luno en Vizcaya, se reserva para los plenos más solemnes. Guernica es la tradición vasca a la sombra del árbol simbólico del nacionalismo euskera. El corazón del conjunto es el Árbol de Guernica, un roble bajo el cual se venían celebrando las Juntas del Señorío de Vizcaya, y el edificio anexo que en tiempos fue la iglesia de Santa María La Antigua. El edificio actual es un buen exponente del neoclásico, obra del arquitecto Antonio de Echevarria. Reúne las funciones de iglesia y parlamento. Para ello diseñó un área elíptica en donde a los lados se ubican los asientos para los junteros y en la cabecera se ubica un altar que se reconvierte en mesa presidencial.

Pero el parlamentarismo vasco moderno está lleno de incidentes: en Guernica, con motivo de la primera visita de los reyes, en los primeros años de la democracia; y también en Vitoria, donde se han vivido momentos de tensión poco habituales, como la presencia de presos de ETA que eran diputados, o graves incidentes con parlamentarios de la izquierda aberzale, que fueron expulsados de un pleno. O incluso con la presencia de políticos como el socialista Fernando Buesa, que acabaría siendo víctima del terrorismo. A pesar de ello, la solemnidad y la tradición son las características del parlamentarismo vasco. El estatuto vasco fue el primero que se aprobó en la etapa democrática.

El autogobierno más singular de todo el estado es el de Navarra, Nafarroa en vasco. Y esto también se refleja en su parlamento, que consta de dos edificios. El palacio principal es de 1851, relativamente moderno comparado con otros parlamentos estatales. Hasta 1979 fue la sede de la audiencia provincial, y todo recuerda que Navarra tiene una historia autonómica diferente. Este edificio tiene un salón del trono, que casi nunca se utiliza. Recoge pinturas de todos los reyes de la historia de Navarra. Tiene una gran capilla de estilo barroco y un despacho presidencial por un tapiz de la batalla de las Navas de Tolosa. La singularidad del parlamento navarro es que esta comunidad ya era una autonomía en tiempos de la dictadura de Franco. La diputación hacía de cámara legislativa en defensa de los fueros históricos. El estatuto de autonomía se llama ‘Ley de mejora de los fueros de Navarra’. Y el Parlamento fue, en el 1982, el resultado de la renovación de la antigua diputación.

Una de las autonomías más modernas y sin tradición histórica es la de Madrid, con un parlamento instalado inicialmente en el centro histórico, en el caserón de San Bernardo, una antigua dependencia universitaria. Pero Alberto Ruíz Gallardón, cuando era presidente autonómico, hizo una apuesta arriesgada: trasladó el parlamento a la zona de Vallecas, una de las más pobres de la ciudad, para potenciar este barrio. La apuesta fue un gran edificio en forma de cubo, donde predomina el vidrio, la luz, los espacios de vanguardia, el color verde y los murales. El edificio es un ejemplo de diseño moderno, adaptado a todos los avances tecnológicos actuales, con toda clase de instalaciones electrónicas, audiovisuales y funcionales; una ventaja respecto a la mayoría de las cámaras legislativas históricas de otras comunidades, que se han tenido que adaptar a la modernidad con dificultades para no estropear el patrimonio arquitectónico.

Las cortes valencianas están el Palau de Benicarló, en el centro de la ciudad de Valencia. Es un edificio con mucha historia. Fue creado y habitado por la familia Borja en el siglo XV. Durante la guerra civil fue puntualmente sede del gobierno de la República, pero el dictador Francisco Franco también lo utilizó como residencia en sus visitas oficiales. Pese a su origen medieval, la decoración interior es del siglo XIX y hay que destacar las pinturas del techo con motivos eróticos y amorosos. Para adaptar las dimensiones del antiguo palacio, hay que destacar que el hemiciclo es estrecho y muy elevado, especialmente los bancos de los diputados y la tribuna de los invitados.

Una calle de Palma de Mallorca que sube hacia la catedral y a la Almudaina, nos lleva hasta el Parlament Balear, instalado entre la Costa de la Seu, el paseo del Conquistador y la plaza del Jardinet de la Reina. La fachada exterior presenta un edificio que no contrasta con su entorno, pero también tiene su historia especial. Aquí había dos conventos, que fueron destruidos después de la desamortización de Mendizábal. La burguesía de la isla construyó este edificio para instalar, a mediados del siglo XIX, el Círculo Mallorquín, un lugar social y recreativo para las personas pudientes de Palma que lo hicieron decorar en estilo jónico, pero que no se ha modificado porque el edificio fue declarado bien de interés cultural.

El edificio del Palau del Parlament de Catalunya es el antiguo arsenal de la Ciutadella, levantada por orden de Felipe V para asegurarse el dominio de Barcelona y así someter todo el Principado, después de ser vencido tras el fatídico 11 de septiembre de 1714. Las obras comenzaron el 1 de marzo de 1716 y duraron hasta 1748. Esta fortaleza nunca sirvió para defender la ciudad de Barcelona contra un ejército, sino para reprimir al pueblo catalán. En 1889, el Ayuntamiento de Barcelona acordó convertir el antiguo arsenal de la Ciutadella en Palacio Real. Tras declinar la aceptación de la cesión del edificio por parte de la reina regente, en el año 1900 la Comisión Municipal lo destinó a Museo Municipal de Arte. El 14 de octubre de 1932, el Ayuntamiento de Barcelona cedió el palacio para que fuera sede del Parlament, pero el 26 de enero de 1939, con la entrada a Barcelona de las tropas del general Franco, el Palau del Parlament se convirtió en cuartel. En 1945 se instaló el Museu d’Art Modern y, posteriormente, el Gabinet Numismátic y la Biblioteca dels Museus d’Art. Como símbolo de la sanción a todo un pueblo, el salón de sesiones estuvo clausurado durante treinta y siete años, impidiendo determinantemente la entrada. En abril de 1980, ya entrada la democracia, se restauró para ejercer otra vez las funciones del parlamentarismo histórico catalán.

Los diferentes edificios parlamentarios del estado español provienen de pasados apasionantes. Cada uno tiene su historia; cada uno tuvo sus utilidades. Desde hospitales hasta conventos, pasando por cenobios, cuarteles militares, arsenales, palacios y castillos, cada uno recoge un pasado lleno de historias, tradiciones y leyendas. El paso del tiempo ha sellado su tamiz en cada edificio, un distintivo que explica los cambios que la sociedad española ha tenido. Detrás de cada inmueble se puede observar el progreso de la sanidad, la travesía de la religiosidad al laicismo, el camino de la violencia a la paz o los procesos sociales y culturales. En cada uno de los parlamentos autonómicos no sólo se redactan leyes o se emiten enmiendas, sino que también se debate el paso de la historia entre las piedras que nos contemplan.

© 2011 Josep Marc Laporta .

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