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Chicago (United States) © 1989 Josep Marc Laporta
La evocación emotiva es propia de todas las artes y de las relaciones estéticas humanas. La belleza provoca emociones al corazón y satisfacción en la mente. A través del corazón se forman, en la mente se refrendan. Al corazón se le sugiere, la razón es sugestionada. La estrecha relación entre emoción y belleza hace que cualquier elemento nítidamente bello se manifieste como una experiencia de placer sobrenatural para el espíritu del hombre. Un precioso paisaje trasalpino puede provocar tal alteración placentera para los sentidos que puede suscitar en el individuo un éxtasis ausente, es decir, la coactiva percepción de que aquello es lo único que existe y que lo demás no importa o permanece en un plano de interés muy inferior.
La emoción estética, como señalaría Schönberg, es algo que ¨supera lo tangible, contingente y relativo¨.(1) Va más allá de lo estable y conocido y se adentra en los estados de lo secreto, del misterio y del absoluto. La provocación de lo bello puede llegar a ser en sí mismo una sugestión hacia lo superior y lo infinito, hacia la deidad. Supone el adentrarse en el terreno de lo desconocido, porque la insinuación de lo estético es demasiado sugerente como para no dejarse sugestionar. En ello, las cosas, los sonidos, la naturaleza, el mundo, se abren a una dimensión nueva y más profunda y, según cual sea la predisposición personal, su incidencia llega incluso a la realidad suprema: el encuentro con lo absoluto y trascendental.
La contemplación pictórica o arquitectónica, o la audición musical, produce en el hombre y la mujer sensaciones de bienestar que trascienden la emotividad de proximidad y se introducen en la mente con sello de autenticidad. Lo bello, por tanto, no es una determinación de la razón exclusiva, sino que es una intersección de la emotividad y lo racional. La mente aporta sus códigos de habituación, la emoción implica a todo el ser. Es decir, los mecanismos de la mente aportan el sedimento de la cultura, de la región, de la familia, de la microsociedad, configurando los patrones de lo agradable; más la emotividad proporciona la proximidad de la belleza, la implicación vivencial, la experiencia plena. Lo bello, en comunión con la intimidad de los sentimientos emotivos, extasia la razón y al ser integral. La belleza es patrimonio de lo emotivo.
1) Escritos de una experiencia musical - Surby Dark, 1978
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Gracias por el apunte! preparo una tesis... y me sirve. Thank you
ResponderEliminarLa tesis te resultará gratis. Me apunto a la tesis. Gracias.
ResponderEliminarEso es tener buen animo. Es demasiado corto para hacer una tesis. Espero que tengas suerte.
ResponderEliminarPero qué clase de comentario fatalista fue el de Raúl... Como si una tesis no se alimentara de textos cortos. Por cierto, a mi también me sirve para la mía, gracias.
ResponderEliminares muy inspirador leer cosas tan bellas como esta
ResponderEliminares hermoso leer cosas tan ilustrante como estas que tratan tanta cosas lindas y con sentimiento ´´que bbellesa
ResponderEliminarlo mas bello del mundo esra en el corazon sin corazon puro y linpio no hay nada y ami tan bien me cirbe esa clase puedo saber mas de lo que yo se berdad
ResponderEliminarHola Josep, me han encantado todos tus articulos, tambien estoy en tesis y me gustaria hacerte unas preguntas si es posible. Escribeme porfavor a lovearchitectureandart@gmail.com Gracias!
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