© 2025 Josep Marc Laporta
1-
Voces de Nueva Vida
2-
Tomás Garralón Sevilla
1- Voces de Nueva Vida
A principios de los años setenta, en la Iglesia Evangélica Bautista de
Usera en Madrid nació el cuarteto Voces de Nueva Vida, una formación vocal
avalada por dos profesionales del canto: Tomás Garralón Sevilla (1945–1976)
y
Jesús Zazo de la Torre (1948–2022), junto a
Juan Ramón Gandía (1946) diácono-secretario de la iglesia y administrativo de
profesión, y Miguel Ángel Sánchez (1945) diácono también y mecánico en su faceta
profesional. Garralón, además de director musical del grupo era primer tenor;
Sánchez, segundo tenor; Zazo, barítono y solista; y Gandía, bajo. Este cuarteto
músico-vocal, que antes de 1971 se llamaba Conjunto Jesurún, tenía como
objetivo principal la difusión del mensaje bíblico a través de la música.
Aparte de sus carreras
profesionales en el Coro de Radiotelevisión Española, Jesús Zazo era director
de canto congregacional en la iglesia bautista de Usera, y Tomás Garralón
organista. Ambos, Zazo y Garralón también formaban parte del cuarteto Tomás
Luis de Victoria, una formación secular fundada en 1971 e integrada por cuatro
solistas profesionales: Elvira Padín (soprano); Ángeles
Nistal (mezzo-soprano), Tomás
Garralón (tenor) y Jesús
Zazo (bajo).
Voces de Nueva Vida gozó de un intenso ministerio musical, con participaciones en diversos actos evangélicos y evangelísticos. Los días 31 de mayo y 1 de junio de 1974 se les encuentra en Sevilla «como broche de oro de la cruzada de evangelización» de Luis Palau en la ciudad del Guadalquivir, según informaba El Eco: «Este cuarteto hizo alarde de su bien probada preparación, ofreciendo a lo largo de todas sus interpretaciones una gran riqueza de expresión y una dicción llena de matices y sugerencias estéticas de la más exquisita finura musical».
Además de cantar en el
culto de clausura del Seminario Bautista Español del curso 73-74, que se
celebró en la Primera Iglesia Bautista de Madrid, también asistieron a la XXII
Convención Bautista Española en Badalona, con reportajes periodísticos que loaban
el ministerio que llevaban a cabo: «El cuarteto Voces de Nueva Vida
cantó mucho y bien. Una Convención debe ser una reunión fraternal donde se
informe, se promocione y se inspire, además de tomarse los acuerdos generales
precisos para el progreso de la obra. El cuarteto de la Iglesia Bautista de
Usera sirvió de inspiración en todas sus intervenciones».
En 1975 viajaron a Bruselas para participar en Eurofest (del 25/7/1975 al 2/8/1975), donde «tuvieron una importante actuación y fueron felicitados individualmente por el evangelista Billy Graham». Pero tres años antes, en 1972, grabaron un disco LP con catorce cantos, mayormente espirituales negros, algún himno y clásicos como ‘Al Calvario subió’, con música de Antonín Dvořák (1841-1904). Seguidamente se puede escuchar íntegramente el disco Voces de Nueva Vida, con el acompañamiento al órgano de Miguel Valdés en algunas composiciones.
2- Tomás Garralón Sevilla
Tomás Garralón Sevilla (1945–1976), alma de Voces de Nueva Vida, nació en Madrid el 5 de marzo
de 1945 en el barrio de Usera. Hijo de Mario Garralón y Amparo Sevilla, y en
total ocho hermanos de los cuales él era el penúltimo, Tomás recibió
instrucción básica en el Grupo Escolar Doaiz y Velardo, cursando estudios
medios en una academia particular. Sin embargo, su formación espiritual comenzó
a los pies de sus padres y de los pastores, maestros y creyentes de dos
iglesias de Madrid: La Primera Iglesia Evangélica Bautista y la de Usera. Fue
el 8 de noviembre de 1955 cuando aceptó a Cristo en su vida al escuchar una
predicación de Santiago Canclini. Prácticamente un año después, el 7 de octubre
de 1956, obedeció al Señor y fue bautizado por José Núñez Moreno (1922–1993). A los 14 años
empezó a estudiar música, juntamente con su hermana Amparito y otras dos niñas
de la iglesia. Sus estudios de música se iniciaron con la ayuda del Plan de
Estudios Seculares de la UEBE, patrocinado por la iglesia de Usera. Por su
afición y capacidades, pronto estudió con la profesora María del Pilar Francés
y en el Conservatorio de Madrid, donde se graduó en música y canto. Al terminar
sus estudios, ingresó en el Coro de Radiotelevisión Española como tenor y más
tarde fue nombrado profesor de canto en la Academia Muxivoz de Madrid.
Su
matrimonio con Remedios Gómez en 1972, miembro de la 1ª IEB de Madrid, fue un
paso adelante en el camino conjunto de servicio al Señor. En su congregación de
Usera, Tomás dejó huella de su arte musical promoviendo la alabanza a Dios y, notoriamente,
con la formación y dirección del cuarteto Voces de Nueva Vida, asimismo inspirando
y deleitando en los cultos como organista titular. En su constante deseo de
servir a quien cambió su vida, llevó al conocimiento de su Salvador a un
compañero de canto, Jesús Zazo de la Torre. La amistad que cultivaron fue parte
de la formación del cuarteto Voces de Nueva Vida, que tantas veces inspiró a
muchos en iglesias y campañas evangelísticas.
Pero
fue un 3 de febrero de 1976, pocos años después de su enlace matrimonial con
Reme y de la grabación del disco Voces de Nueva Vida, cuando en un viaje en
dirección a Barcelona para cantar en el Palau de la Música, un trágico
accidente cambió su voz terrenal de alabanza a Dios por una nueva voz en las
moradas celestiales. Eran las 10:30 horas de la mañana, cerca de Calatayud. Tras
un choque con un camión, al parecer por derrape, el coche quedó partido en dos.
Tomás pasó a nueva vida en el acto y su esposa Reme salió despedida del auto,
siendo ingresada en un hospital con el tórax hundido y múltiples heridas de
gravedad.
La
noticia impactó profundamente en la familia bautista española. Las muestras de
duelo y afecto llegaron desde muchos lugares del país. El entierro de Tomás fue
en el cementerio Civil de Madrid, con una asistencia de más de 2000
personas, entre las que se encontraban muchos de sus compañeros de coro y
miembros del
cuarteto Tomás Luis de Victoria, Ángeles y Elvira, que, en fatal día, a otra
hora y en otro medio de locomoción habían viajado a Barcelona para el concierto
en el Palau de la Música Catalana. Jesús, Zazo, amigo y también cantante en el mismo
cuarteto de Radiotelevisión Española, cantó una estrofa del himno 199 (HIEE), sustituyendo
la palabra amado por amigo:
¡Adiós, amigo!, duerme en paz,
en el Señor Jesús tendrás solaz;
te amamos, sí, más Él aún te ama
más.
¡Adiós, adiós, adiós!
Juan
Ramón Gandía, voz baja en Voces de Nueva Vida, recordaba conmovido los años que
pasaron juntos en la iglesia: «Tomás ha
sido quien me contagió. Me hizo ver los grandes beneficios de la música». Más tarde, ya recuperada del accidente, su viuda, Reme,
afirmó en confianza y paz: «El Tomás que yo
conocía dejó de pertenecer al Coro de Radiotelevisión el 3 de febrero a las
10:30 de la mañana. En aquel instante ingresó en el Coro de la Gloria que se
dedica eternamente a cantar alabanzas al Señor».
El
servicio in memoriam tuvo lugar en la Iglesia Bautista de Usera, completamente a
rebosar por la gran asistencia. El Coro de Radiotelevisión Española cantó
cuatro números de música clásica y religiosa. También cantó el coro de la 1ª
IEB de Madrid y varias participaciones de personas afines, además de los
pastores José Cardona Gregori (1918-2007), Juan Luis Rodrigo Marín (1923–2008), José Núñez Moreno (1922–1993) y Juan Antonio Monroy Martínez (1929-). Su hermano, Carlos Garralón, tuvo unas palabras finales,
agradeciendo a los presentes sus expresiones de amor: «Tengo la impresión que mi hermano, desde arriba, está
observándonos y está diciendo: ‘¿Qué os pasa? ¿Por qué tenéis estas caras tan
tristes? Tomás está en un lugar de felicidad eterna y nos corresponde seguir
adelante en la victoria que el Señor nos da».
El acto terminó con una canción de Tomás, grabada en cinta magnetofónica de una
interpretación anterior en una iglesia, con el título ‘La muerte no me angustia
más’.
Las
palabras de Jesús Zazo, quien fue llevado a los pies de Cristo por Tomás,
resumen el sentir de todos los que vivieron aquella temporal despedida: «Los que en esta vida te conocimos, Tomás, te damos las
gracias por la influencia benéfica que dejaste por testimonio cristiano. Todos
nosotros, que tenemos por nuestra fe la esperanza de la resurrección a una vida
eterna y gloriosa, te decimos: ¡hasta pronto, Tomás, mañana nos
encontraremos’».
La redactora de la noticia-reportaje en El Eco, Nela Whiten (1922-2011), expresaba: «No sabemos por qué, pero nuestro deseo es que su muerte sirva para la gloria de Dios». Pocos años después, en 1979, mediante el Departamento de Medios Audiovisuales de la UEBE, Jorge J. Pastor Mut (1949-) y Valentín Cueva Barrientos (1945-) editaron un casete-homenaje titulado ‘Eternidad’, que reproducimos íntegramente en el siguiente vídeo.
De las pocas composiciones que se cuentan en su haber, hay una que creó especialmente para la XXII Convención que se celebró en Badalona en 1974, y de la que ya hice una reseña en el capítulo ‘Inicios de los años setenta’. Incluyo el vídeo de ‘Convención’, con una interpretación contemporánea.