© 2020 Josep Marc Laporta
- Análisis
- La cuarta bendición
- Bendición universal
La bendición aarónica de Números 6 se ha convertido en viral gracias a la creatividad musical y espiritual de Chris Brown, Kari Jobe, Cody Carnes y Steven Furtick. The Blessing fue lanzada como single del duodécimo álbum en vivo de Elevation Worship, Graves Into Gardens, el 20 de marzo de 2020. La composición, que se había escrito el 27 de febrero en una sesión conjunta entre Chris, Kari, Cody y Steven, fue publicada el 1 de marzo en vídeo, recogiendo un servicio de adoración en directo en el campus Ballantyne de Elevation Church.
Rápidamente The Blessing traspasó todas las expectativas particulares y eclesiales, acumulando más de tres millones de visitas en You Tube en las primeras horas de su publicación. Coincidiendo con la irrupción y el incremento de casos del Covid-19 en muchos países y la gran expansión como pandemia mundial, la bendición musicada cruzó las fronteras del propio país alcanzando con su consuelo todos los rincones de la Tierra. Desde Arabia, Zimbabue, Francia, Bolivia, India, Qatar, España, Líbano, Australia, México, Singapur, Malasia, Vietnam, Ghana, Indonesia, Italia, Sudáfrica, Mauritania, Hawái, Canadá, Nigeria, Gran Bretaña y otros países y ciudades, se crearon decenas de vídeos musicales entonando The Blessing de manera regional o nacional. Las posibilidades informáticas y de edición del programa Adobe Premier, que permite la inserción de múltiples cantantes interpretando una misma canción desde sus hogares, allanó el camino para que decenas de vídeos realizados en cada país aparecieran, haciendo suya la bendición de Números capítulo seis, convirtiéndola en viral.
Por primera vez en la historia el mundo cristiano cantó una
nueva canción de manera conjunta y visual en el poco espacio de tiempo de dos
meses, con prácticamente todos los países del planeta unidos en una sola voz
con diferentes idiomas, formas y matices. The Blessing se
puso de moda y se viralizó a un ritmo increíblemente veloz en medio de la angustia
de la gran crisis planetaria, convirtiéndose en la bendición divina que iba a
consolar a tantos corazones anhelantes de esperanza.
1 ~ ANÁLISIS
Si los dos anteriores fragmentos fueron más lentos y sosegados, esta nueva sección irrumpe creando un continuo y persistente crescendo, ampliando literariamente el versículo 27: «Así invocarán mi nombre sobre los hijos de Israel, y yo los bendeciré». No obstante, en el desarrollo del canto los autores incorporan parcialmente un fragmento de Deuteronomio 7:9: «Conoce, pues, que el Señor tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta mil generaciones». Esta última promesa divina —hasta mil generaciones— permite a los autores narrar con voz propia que el Señor nos cubre «con su gracia hasta mil generaciones; tu familia y tus hijos y los hijos de tus hijos», repitiendo insistentemente las mismas frases por tres veces hasta transcribir una particular interpretación del texto de Deuteronomio: «Que su presencia te acompañe dondequiera que tú vayas. Que te llene, te rodee. Va contigo, va contigo de mañana y de noche; en tu entrada y salida; en tu llanto y alegría», culminando con varios «Él te ama, Él te ama», muy persistentes y seguidos, para desembocar toda la tensión en una vuelta a los reiterados amenes de la segunda parte, alcanzando un clímax por descompresión musical.
Literariamente, el texto de The Blessing es bello y muy descriptivo, pero, curiosamente, del pasaje de Deuteronomio 7:9 elude la clara premisa de que Dios es «fiel a los que le aman y guardan sus mandamientos». La ausencia de guardar sus mandamientos manifiesta una curiosa particularidad adoracional contemporánea: la bendición es, prácticamente, una obligación divina con poca responsabilidad humana. Sin embargo, la ampliación parafraseada de los versículos de Números y Deuteronomio da al canto una entidad muy particular. Tanto en inglés como en castellano las palabras escogidas fluyen gradualmente explicando con certidumbre las profundas y eternas dimensiones de la bendición divina. Y la letra conjuga con la música, entrelazándose, creando espacios sonoros con ambientes explicativos. Cada frase tiene su ilustración musical donde cada palabra armoniza con la siguiente de manera natural.
Pero hay un elemento que puede significar una nueva concepción del llamado worship internacional. La fórmula de tres partes distintivas a modo de un tiempo de adoración comprimido en un solo canto, y el persistente crescendo obstinato de la tercera parte, otorgan a The Blessing un cariz muy especial que puede llegar a crear un tipo de escuela de composición adoracional. Es decir, si en cuanto a tiempo de metrónomo normalmente las canciones se clasificaban como rápidas o alegres, medianas y lentas o pausadas, esta Bendición musicada incorpora en un solo tema las tres clasificaciones. Es, por así decirlo, un tres en uno; una composición coral que transcurre por todos los escenarios rítmicos, musicales y adoracionales en los que antes, para completarlo, se necesitaba el concurso de varias canciones. El ejemplo de The Blessing nos anticipa que en el futuro es posible que puedan aparecer composiciones musicalmente más extensas y transversales, con un discurso pop más sinfónico.
Tiempo habrá para observar y comprobar si las alabanzas
congregacionales de las iglesias se nutrirán de canciones que, tal vez, den una
vuelta más al concepto de alabanza contemporánea. Una
vuelta más que determine una experiencia de adoración más sometida a la música como agente inspirador y, en algunos casos,
principal operador de la espiritualidad cristiana.
2 ~ LA CUARTA BENDICIÓN
De este modo Joaquín consideraba todo el periodo cristiano
universal como un constante proceso de evolución y desarrollo en el que cada
época se desplegaba a partir de la precedente y cada una estaba supeditada a
una nueva manifestación de lo divino. La tercera etapa, apuntaba Joaquín, será
dirigida y estará marcada por la venida del Espíritu Santo y renovará su
aparición de Pentecostés al principio de la segunda época de los apóstoles.
Como entonces, serán pocos los elegidos para comprender la nueva inspiración.
Pero estos pocos tendrán el poder de renovar a toda la humanidad. Este descenso
del Espíritu Santo sobre los hombres, apuntaba Joaquín de Fiore, elevará a la persona a un mayor
grado de conocimiento y, simultáneamente, a una forma más profunda de humildad.
Al menos sociológicamente, una parte de la visión de Joaquín parece coincidir con el pentecostalismo de finales del siglo XIX y del XX, con una nueva dimensión y conocimiento de la obra del Espíritu Santo en los creyentes y en el mundo. No obstante, la que Joaquín considera la tercera bendición, la del Espíritu Santo, para muchos ha quedado superada con la cuarta: la del Dios unitrino que se expresa de manera más completa y profunda manifestándose en la obra de la Trinidad mediante un distintivo y definitivo mover del Espíritu Santo. La cuarta bendición significaría la superación de los anteriores estados y la antesala de la Segunda Venida y el fin de los tiempos.
The Blessing se acerca al paradigma de la cuarta bendición, al menos lo que muestra su conceptualización y puesta en escena contextual. Una bendición definitiva y superior de la «Ecclesia spiritualis», que proyecta superar todas las estructuras y formas humanas. Pero curiosamente esta composición no nace en una iglesia pentecostal, sino en una de origen bautista, afiliada a la Convención Bautista del Sur de los Estados Unidos. A diferencia de sus coetáneas bautistas tradicionales, Elevation Church es una congregación egregia por su membresía y asistencia. Sus más de 22.000 concurrentes la configuran como una gran potencia social y espiritual, además de las magnas implicaciones discográficas y editoriales que posee.
Más allá de la particularidad de The Blessing, la cuarta bendición tiene muchos y fervientes seguidores por todo el planeta, esparcidos en múltiples denominaciones, promoviendo una espiritualidad liberada de dogmatismos, estructuras superiores y cadenas que aten a cualquier pasado religioso tradicional y espiritual. Esta última bendición pretende ser la mejor y definitiva, por ello muchas de las arrebatadas predicaciones de medio mundo confluyen en la necesidad de vivir y entregarse a una espiritualidad colmada de vivencias y experiencias en primera persona, de creer en la superación constante de la fe en la fe como parte implícita de la salvación, y de saturarse de la plenitud del Espíritu Santo como unívoco crédito de santificación.
3 ~ BENDICIÓN UNIVERSAL
Las palabras de John Rutter referidas a su composición son altamente ilustrativas de su sentir: «Creo que no se deben levantar barreras innecesarias entre el compositor y el oyente. Si hay que elegir entre la aprobación de la crítica y la oportunidad de llegar al corazón de la gente normal, que está fuera del círculo de los ‘conocedores’ de la música contemporánea, tengo muy claro lo que prefiero». La composición de John Rutter no es tan explícita y abundante en la retórica como The Blessing, pero su ajustada literalidad contiene una sencillez y profundidad que va más allá de las emociones. Alcanza el alma. En un tiempo de sobresaturación de estímulos, conciertos de adoración magníficos, actividades eclesiásticas redimensionadas y predicaciones declamadas al impulso de las emociones, cuán oportuno es volver a las sencillas palabras de la Bendición Sacerdotal. Sin más. Y sin menos.
© 2020 Josep Marc Laporta
Excelente! Poner los puntos sobre las íes es tu especialidad, hermano. QDtb.
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