© 2023 Josep Marc Laporta
1- Los largos y
fecundos años cuarenta (1)
2- Ambrosi Celma
Chertó: ‘Siempre feliz’
1- Los largos y fecundos años cuarenta (1)
Respecto a la
música y alabanza a Dios de los bautistas, los años cuarenta fueron tan largos
como fecundos: una paradoja o contrasentido si tenemos en cuenta la tragedia
social que significó el conflicto bélico y las consecuentes prohibiciones para
el protestantismo. Tras la Guerra Civil, la restricción del culto público fue
un tiempo de dificultad y lucha, pero también de convicciones irrenunciables.
Mientras que en la primera parte de la década las congregaciones vivieron en el
ostracismo donde el canto quedó muy aminorado, en la segunda se asentaron las
bases musicales e hímnicas que perdurarían durante cuatro décadas. Una de ellas
fue la preparación y edición del himnario unido que en 1947 vio la luz; otra
fue la fundación en 1949 de la JBP, la Junta Bautista de
Publicaciones; y la más común a todas las congregaciones fue la
reactivación de los coros, que tendrían una gran transcendencia en la liturgia
bautista.
La Unión Bautista de Jóvenes de la
iglesia bautista de Barcelona muy pronto se reorganizó en 1945 con diferentes
actividades, como la creación de una biblioteca con libros de interés para la
juventud, algún diccionario bíblico y algunos textos teológicos. Pero entre
otras prioridades juveniles estaba el canto coral: «nuestro
Coro ya está otra vez en marcha, siendo muchos los que han demostrado gran
interés asistiendo a los ensayos, para poder tomar parte en reuniones especiales
y distintas fiestas de nuestra iglesia».
En el mismo año
y aún con los cultos en los hogares, coincidiendo con el lunes de Pascua cerca
de un millar de protestantes se reunieron en la Font la Mina, en el paraje
conocido como Les Planes, en la Floresta, entre Barcelona y Terrassa. Esta
celebración festiva, que se fue repitiendo durante los años del franquismo,
empezó de buena mañana con todos los presentes unidos de las manos en un gran
corro, cantando el acostumbrado himno de bienvenida: Con gran
gozo y placer nos volvemos hoy a ver [HIEE-232]. Por la
tarde, el encuentro contó con un concurso de coros, «pudiendo
escuchar bellas y armoniosas composiciones, entonadas primero al unísono y a
continuación por los jóvenes de Terrassa, por los coros unidos de Sabadell y
Barcelona, por el de la Iglesia Bautista de Barcelona y finalmente por algunos
asistentes de la Iglesia de la calle Teruel». Aparte de los aspectos propiamente lúdicos y
espirituales, los encuentros anuales en la Floresta de los lunes de Pascua
alcanzaron gran interés por la participación de los coros de las distintas
iglesias representadas, propiciando una saludable competitividad.
En Sabadell y tras el traslado de la
familia Puig-Ballonga de Tortosa a la ciudad vallesana en 1943, Pere Puig
Inglada (1899-1959), padre de
Pere Puig Ballonga (1929-2016), organizó un
coro para cantar en los cultos que se celebraban en hogares. Junto al coro
se formó una rondalla con guitarras, laúdes y bandurrias, también creada por
Puig Inglada. Las crónicas de 1945 relatan que el 26 de diciembre «La
Escuela Dominical tuvo una brillante actuación, recreándonos al escuchar sus
ingenuas voces al recitar poesías y diálogos, como también los alegres cantos.
Al final de la fiesta completó el programa un selecto concierto de la Rondalla
del grupo de jóvenes».
También en 1945 se reorganizó el canto
coral en la capital del estado, resaltando que «la juventud de Madrid
tiene organizado un buen coro que ayuda eficazmente en los cultos». Según informaba
su propio director, Francisco Dorado, el coro de la iglesia participaba en
distintos actos eclesiales «cantando himnos a voces». Dos años
más tarde en Terrassa, en la boda del director Daniel Pujol Vila y Ester Vers
Monfort, «el
coro de la iglesia, dirigido por el director auxiliar señor Juan García, entonó
selectas composiciones y la señorita Dolors (Lola) Anglada entonó un
emocionante solo, implorando la bendición divina».
En 1946 la congregación egarense tuvo la
acostumbrada Fiesta de la Cosecha en el templo, que durante ocho años se había
celebrado privadamente en los hogares. Junto a poesías y diálogos de los niños
de la Escuela Dominical, el coro de la iglesia bajo la dirección de Daniel
Pujol Vila (1922-1995) cantó «’La Creación’ de Hydn y otras bellas
composiciones». En octubre del mismo año desde Terrassa se
organizó una excursión en autocar a Vilafranca del Penedés «con
objeto de celebrar en su nueva capilla un recital de cantos en coro. El
numeroso público que llenó el local oyó complacidísimo los hermosos cánticos a
cuatro voces que formaban una especie de sermón ilustrado, empezando por ‘La
creación’ de Hydn y prosiguiendo con otros temas sobre la redención, para
terminar con ‘Somos hijos de la luz’».
La Creación, de Franz Joseph Haydn (1732-1809), es un oratorio compuesto entre 1796 y 1798 que ilustra la creación del mundo tal como se narra en el libro del Génesis. Por las referencias que disponemos es evidente que el coro de Terrassa no interpretaría todo el oratorio, cuya duración es de unas dos horas, por lo que el fragmento escogido fue el número 28, Vollendet ist das große Werk (La gran obra ha sido consumada). Es indudable la gran dificultad a la que se enfrentaba el coro bautista egarense y la complejidad del pasaje que narra la culminación del hombre como corona de la Creación. El director, Daniel Pujol Vila, se enfrentó al reto tal como antes de la Guerra Civil se había enfrentado Lídia Vila dirigiendo el Aleluya de Haendel, y que posteriormente Pujol también se atrevió. Los dos fragmentos escogidos son paralelos en cuando al momento cumbre en sus respectivos oratorios. Como es de suponer, no disponemos de ninguna grabación de época del coro de Terrassa; pero sí que podemos tener una idea de la gran belleza del pasaje con esta interpretación conducida por Leonard Bernstein (1918-1990) con la Berliner Philharmoniker y la Symphonie-Orchester Des Bayerischen Rundfunks:
El 2 de junio del mismo año, 1946, en la
inauguración de la capilla en Barcelona de la calle Nogués 47, «los coros
de las iglesias de Barcelona y de Terrassa cantaron escogidas composiciones». El culto
empezó con el canto del himno Iglesia de Cristo, reanima el amor [HIEE-64], mientras que
«el
coro cantó dos hermosos himnos a cuatro voces, y como final del solemne acto,
la congregación, de pie, entonó el himno escrito por el inolvidable pastor don
Ambrosio Celma [Siempre feliz], pocos días antes de su muerte». En Xàtiva y en
el mismo año, el día 29 de junio partió para estar con Cristo la veterana
hermana doña Adriana Grau. La crónica del Eco de la Verdad reseña que «en la
víspera de su fallecimiento la visitamos los jóvenes de la iglesia y entonamos
el himno ‘Siempre feliz’, que la confortó y refrigeró mucho, haciéndole verter
lágrimas de gozo. Sus últimas palabras fueron: ‘Para mí el vivir es Cristo y el
morir ganancia’». Un año más tarde, la iglesia de Barcelona celebró
su fiesta de Navidad con más de dos horas de poesías y cantos, donde «el coro
de la iglesia cantó con gran afinación varios himnos a cuatro voces. Mientras
entonaba el himno final ‘Siempre feliz’, hízose poner de pie a todos los niños
de las diversas Escuelas Dominicales para que la iglesia pudiese contemplar el
conjunto total de este ejército infantil».
Este famoso himno –Siempre feliz, Jesús es mi fiel guía [HIEE-328]–, entonado en múltiples ocasiones y lugares, nos va a permitir conocer tanto a su letrista como al proceso de transformación músico-literario hasta llegar a ser uno de los himnos más queridos, cantado en las iglesias bautistas en los años cuarenta y cincuenta.
2- Ambrosi Celma Chertó: ‘Siempre feliz’
Ambrosio Celma
Chertó (1882-1944), o
más convenientemente Ambrosi, como se le conocía tanto en familia como entre las
iglesias catalanas y valencianas, fue el máximo dirigente de la obra bautista
española en uno de los periodos más trascendentes: entre 1915 y 1944. Nacido
espiritualmente en la congregación de las Asambleas de Hermanos de la calle
Ferlandina de Barcelona, bautizado el 9 de octubre de 1898 y miembro con el
número 270, «pasó a la iglesia
bautista el 12 de noviembre de 1905»,
según consta en los archivos de la congregación de los Hermanos. Y en poco
tiempo su ministerio creció de manera exponencial.
En 1911 se le
encargó la dirección de la Iglesia Bautista de Barcelona y de la obra bautista
en Catalunya, iniciando su pastoreado en Barcelona a partir del 1 de diciembre,
pero asistiendo intensamente a otras congregaciones, como Sabadell o Sant Cugat del Vallès. Cuatro
años antes había contraído matrimonio con Teresa Ripoll Anglada, sobrina del
estimado pastor Gabriel Anglada Terrades (1855-1917). Pero su definitiva preparación eclesial y teológica se cimentó
en Francia, promovida por el pastor Ruben Saillens (1855-1942), conocido popularmente como el Spurgeon francés. Cautivado
por sus cualidades, en su visita a Barcelona en 1912 Saillens tuvo un gran
interés por Celma, proponiéndole la estancia de un año en Francia a fin de
adquirir una mejor preparación para el ministerio. En Nimes, Celma estuvo bajo
la dirección formativa del pastor bautista Robert Dubarry
(1875-1970), quien había sido discípulo del
predicador Charles Haddon Spurgeon (1834-1892). Con Dubarry, Celma trabó una gran amistad, hasta el punto
que la gran confianza y afecto les llevó a apoyarse mutuamente en las
necesidades ministeriales, incluso con esporádicas visitas de Celma a Nimes
para predicar en sustitución de Dubarry. Tras un tiempo de preparación, Ambròs Celma
volvió a Barcelona a finales de 1913.
Dos años más
tarde, en 1915, fue propuesto por la Foreign Mission Board como superintendente
de la obra bautista nacional. Sus capacidades fueron puestas al servicio de los
creyentes del país, viajando por la geografía española donde los bautistas
estaban establecidos, predicando, coordinando y animando a las distintas
comunidades. En su haber está la formación de la Unión Evangélica Bautista de
España y la puesta en marcha de las primeras convenciones, así como la
fundación de distintas iglesias y del Instituto Bautista. También fue impulsor
del Grupo de Protectores de la Enfermería Evangélica de Barcelona o promotor
del himnario argentino Himnos
Selectos Evangélicos como el
libro de cantos oficial bautista en España.
Al estallar la Guerra Civil volvió a Francia encabezando una expedición de niños, que debido a las dificultades provocadas por enfrentamiento armado huían para refugiarse en Francia. Allí organizó, con el inestimable apoyo de los protestantes franceses, la ayuda a los refugiados españoles, visitando los campos de concentración establecidos en el sur del país y gestionando la necesaria documentación para que los internados pudieran salir de los campos de concentración, residir y trabajar en el país. En mayo de 1940 volvió a España para continuar la dirección bautista, falleciendo tres años después por causa de una neumonía, el 7 de enero de 1944.
Siempre
feliz, Jesús es mi fiel guía (HIEE-328) es el himno de Ambrosi Celma por excelencia. Y aunque escribió el texto de dos himnos más, éste fue el
más conocido y apreciado. Por una parte, por haberlo escrito pocos días antes
de fallecer –el día de Navidad de 1943–; y, por otra, por expresar perfectamente
su forma de ser y sentir, siempre con ánimo positivo, atento, amable y
servicial; en definitiva: un verdadero carácter de siervo.
La música de este himno es, en realidad, una marcha militar suiza. Denominada originalmente Marche ‘Roulez tambours!’, fue escrita en 1857 por Henri-Frédéric Amiel (1821-1881) a raíz de los sucesos del golpe de estado en el cantón de Neuchâtel, propiciado por los partidarios del rey de Prusia (1856). Tras la derogación de la intervención prusiana, Amiel, que era hijo de una familia hugonote que se había trasladado a Suiza después del Edicto de Nantes (1598), escribió una canción patriótica-militarista que se convirtió en su obra musical más popular. La marcha, vibrante de patriotismo, fue muy apreciada durante años, estando muy presente en el repertorio de escuelas, bandas militares y actos públicos. La siguiente grabación de la Fanfare d’Armée Suisse, descubre su talante marcial y triunfante.
Prácticamente medio siglo más tarde de
la creación de
Marche ‘Roulez tambours!’, el
mentor de Ambrosi Celma que lo promovió al estudio y preparación teológica en
Nimes, Ruben Saillens, escribió un texto paralelo,
a su parecer apropiado a la música de Henri-Frédéric Amiel. Toujours joyeux, telle est notre devise son
las primeras palabras de un canto que entre las iglesias francesas fue muy bien
recibido. Celma conoció el himno en francés en su segunda estancia en el país
vecino, entre 1936 y 1940, por causa de la Guerra Civil. Y no fue hasta finales
de 1943 que lo tradujo y adaptó al castellano. Su repentino fallecimiento y, al
mismo tiempo, la publicación póstuma de la partitura y letra en el Eco
de la Verdad hizo que el canto se popularizara rápidamente, recibiéndolo
con gran emoción. Un año más tarde, el poeta Antonio Almudévar lo traduciría al
catalán: Sempre feliç!.
La siguiente interpretación es una antigua grabación de época en francés, correspondiente al número 646 del himnario Sur les Ailes de la Foi (1928), sobre la cual se inserta el texto en castellano de Ambrosi Celma y en catalán de Antonio Almudévar.
Durante muchas décadas se creyó que el texto en castellano de este himno era original de Ambrosi Celma. Sin embargo, ‘el pastor catalán’, como le llamaban afectuosamente fuera de Catalunya, lo tradujo del francés en unos momentos históricos de la post-guerra española en que los creyentes reunidos en las casas necesitaban palabras de aliento y esperanza. La traducción de Toujours joyeux, telle est notre devise fue su última gran contribución y legado a la obra bautista que tan diligentemente había servido.
Pero la historia de este himno no acaba aquí. Años más tarde, en 1970, el músico y arquitecto Ambròs Monsó Celma (1952-), nieto de Ambrosi Celma, compuso una melodía a la que su madre e hija del pastor Celma, Esther Celma Ripoll (1923-2012), escribió un poema en catalán en memoria de su padre y del aquel emblemático himno. La nueva poesía se tituló Sóc feliç. En este punto se cierra un admirable círculo familiar donde el testigo del Evangelio pasó de padres a hijos, a nietos y bisnietos. Del amplio tronco familiar Celma-Ripoll-Anglada-Zapater se podrían destacar muchos de sus miembros, especialmente los pioneros Antònia Zapater Celma (1859-1950) y Manuel Zapater Celma (1867-1947); el pastor Pere Bonet Such (1918-2011), yerno de Ambrosi Celma, presidente de la UEBE y de dilatada dedicación pastoral; Noemí Celma Ripoll (1921-2013), hija de Ambrosi, esposa de Pere Bonet, líder de la Unión Femenil Misionera Bautista de España y excelente poeta y traductora de himnos en lengua catalana; o Samuel López Pérez, también yerno de Ambrosi Celma, primer director de coro en la iglesia bautista barcelonesa y organista en el segundo Congreso Evangélico Español celebrado en Barcelona en 1929. Y la lista se podría completar con otros siervos de la extensa familia…, Esther Bonet, Ambròs Monsó, Oscar Cardona, Joan Marc Monsó, Sara Bonet, Félix Ortiz, Samuel Celma…
En el siguiente vídeo, Núria Puig Mayor –soprano, directora de la Coral Al·leluia y miembro de la Primera IEB de Sabadell– interpreta Sóc feliç como parte del grupo Ressò, en una grabación del 2004: Ressò-30 anys.
Waw. Moltes gràcies!!!
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